DATOS BIBLIOGRÁFICOS
TÍTULO: Las chicas
AUTOR: Emma Cline
EDITORIAL: Anagrama
PÁGINAS: 344
California. Verano de 1969. Evie, una adolescente insegura y solitaria a punto de adentrarse en el incierto mundo de los adultos, se fija en un grupo de chicas en un parque: visten de un modo descuidado, van descalzas y parecen vivir felices y despreocupadas, al margen de las normas. Días después, un encuentro fortuito propiciará que una de esas chicas –Suzanne, unos años mayor que ella– la invite a acompañarlas. Viven en un rancho solitario y forman parte de una comuna que gira alrededor de Russell, músico frustrado, carismático, manipulador, líder, gurú. Fascinada y perpleja, Evie se sumerge en una espiral de drogas psicodélicas y amor libre, de manipulación mental y sexual, que le hará perder el contacto con su familia y con el mundo exterior. Y la deriva de esa comuna que deviene secta dominada por una creciente paranoia desembocará en un acto de violencia bestial, extremo…
Esta novela es obra de una debutante que, dada su juventud, ha dejado boquiabierta a la crítica por la inusitada madurez con la que cincela la compleja psicología de sus personajes. Emma Cline construye un retrato excepcional de la fragilidad adolescente y del tormentoso proceso de hacerse adulto. También aborda el tema de la culpa y las decisiones que nos marcarán toda la vida. Y recrea aquellos años de paz y amor, de idealismo hippie, en los que germinaba un lado oscuro, muy oscuro. La autora se inspira libremente en un episodio célebre de la crónica negra americana: la matanza perpetrada por Charles Manson y su clan. Pero lo que le interesa no es la figura del psicópata demoniaco, sino algo mucho más perturbador: aquellas chicas angelicales que cometieron un crimen atroz y sin embargo durante el juicio no perdían la sonrisa… Sobre ellas –¿qué les llevó a traspasar los límites?, ¿cuáles fueron las consecuencias de unos actos que las perseguirán siempre?– versa esta novela que deslumbra e inquieta.
Evie Boyd tiene 14 años y sus padres se acaban de divorciar, por lo que está viviendo con su madre, la cual parece centrada en vivir una segunda juventud. Por si fuera poco, el curso que viene la van a enviar a un internado femenino, por lo que está intentando aprovechar su verano con su mejor amiga, Connie. Sin embargo, los planes que hace no parecen llenarle y las cosas se empezarán a torcer, por lo que Evie acabará sintiéndose cada más sola. Es entonces cuando ve por primera vez a un grupo de chicas en un parque, que parecen despreocupadas y felices, corriendo descalzas, con sus largas melenas, y riéndose. Evie queda fascinada con su presencia y días más tarde conocerá a una de ellas, Suzanne, que la invitará a unirse a su grupo.
Evie descubrirá que las chicas viven en una comuna dentro de un rancho liderado por Russell, un músico y gurú con grandes dotes para la manipulación, y no dudará en unirse al grupo para seguir cerca de Suzanne, pues sentirá que por fin ha encontrado su lugar en el mundo.
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Tal y como dice la sinopsis oficial, Las chicas es una novela basada en el caso de la familia Manson, y esto fue lo que me llamó la atención en cuanto supe de su existencia, pues es sin duda un caso muy famoso de la crónica negra estadounidense. Si conocéis el caso, desde el principio sabréis qué es lo que depara la historia, pero lo interesante de la novela es ver cómo se llega a ese desenlace.
Al contrario que lo habitual, esta novela no se centra en la figura del psicópata Manson, Russell en esta historia, sino que pretende dar protagonismo a las chicas a las que reclutó en su secta, y por ello, es Evie quien nos cuenta la historia. El libro comienza narrado por Evie de adulta, y va alternando la historia con lo que pasó en el verano de 1969, cuando ella era una adolescente de 14 años y se unió a la secta de Russell, sin ser consciente de lo que estaba haciendo.
Por ello, Evie me ha parecido el personaje mejor perfilado de toda la historia, pues se profundiza mucho en su psicología y se muestran muy bien los factores que hacen que acabe formando parte del grupo de Russell. Sus inseguridades de adolescente o sus sentimientos de soledad y de insuficiencia hacen que vea en Suzanne, unos años mayor que ella, todo aquello a lo que aspira ser, y por eso la idolatrará y estará dispuesta a hacer lo que sea con tal de sentirse mirada por ella. Por otro lado, el poder conocerla también de adulta nos dejará ver el contraste con su personalidad de niña/adolescente y las secuelas que vivir esta experiencia dejó en ella, lo cual me ha parecido bastante realista.Respecto al resto de personajes, creo que no se les llega a conocer con la misma profundidad que a Evie, pero también están muy bien construidos y resultan bastante realistas. A Suzanne la conocemos a través de los ojos de Evie, por lo que se nos presenta de forma muy idealizada, sin embargo, también se nos dejan ver retazos de su compleja personalidad y de los motivos que le llevan a estar en el rancho. El mundo de Evie gira prácticamente alrededor de ella, y Suzanne no duda en aprovecharse de ella, pues sabe que despierta su admiración. Sin embargo, en ocasiones también vemos como si Suzanne intentase proteger a Evie de la comuna, pues es consciente de su inocencia y parece no querer corromperla, tal vez porque ve en Evie lo que ella fue antes de cruzarse con Russell.
En cuanto a Russell, es el líder de la secta y todo gira en torno a sus deseos. Es un músico aficionado que está a punto de conseguir un contrato en una discográfica y que es capaz de captar a todas las chicas que viven en la comuna (también a algún que otro chico) gracias a su encanto superficial y a sus grandes habilidades de manipulación. Esto también le sirve para conseguir vivir de gratis, aunque sea en la pobreza, y para usar a las chicas para sus propios fines. Russell mantiene un discurso de amor libre y en contra de los valores imperantes de la época, y eso es lo que llama la atención de las chicas a las que capta y lo que consigue generar esa dependencia patológica por parte de ellas, que llegan a convertirse en sus esclavas sexuales, prácticamente por propia voluntad, aunque este es otro de los grandes interrogantes que nos plantea la historia. ¿Actuaban las chicas realmente de forma libre?
Otro personaje que me ha gustado es la madre de Evie, que a raíz de su divorcio no para de probar nuevas cosas para dar un cambio de vida y está teniendo citas constantemente. Me gusta cómo Evie analiza sus comportamientos y los compara con cómo era cuando estaba casada con su marido, pues creo que refleja bastante bien lo que sucedía en esa época y ayuda a comprender mejor por lo que está pasando la protagonista.
En cuanto a la ambientación, me gusta cómo se describe la época de los 70, cuando el movimiento hippie estuvo de moda y cómo llegó a idealizarse ese tipo de vida, cuando en la mayoría de ocasiones conllevaba el uso abusivo de drogas y otro tipo de conductas marginales. En ese sentido, es un libro que definitivamente no es para todos los públicos, pues contiene escenas fuertes, como abusos sexuales, que podrían herir la sensibilidad de algunos lectores.
La narración no es excesivamente compleja, más bien todo lo contrario, y eso hizo que me metiese de lleno en la historia y que todo el rato estuviese pensando en querer seguir leyendo, pues la historia me atrapó por completo y quería ver qué le iba a pasar a Evie. La autora no se anda con muchos rodeos y describe de manera muy directa cualquier tipo de situación, y esto ha conseguido que refleje muy bien el ambiente decadente de la comuna de Russell y las personas que formaban parte de ella. A lo largo de la novela he podido sentir tristeza y enfado, pero también asco y rechazo, emociones tal vez más difíciles de generar, y eso me ha hecho meterme muy bien en la historia.
Si tuviera que decir algo negativo, tal vez diría que el final se me quedó corto. Al saber el caso de la vida real, yo era consciente de lo que iba a pasar, pero inevitablemente me quedé con ganas de más. Creo que el hecho de que se alterne el pasado y el presente con Evie de adulta da bastante juego, porque Evie reflexiona sobre lo que pasó en el verano de 1969 y podemos ver en su forma de ser cómo eso le afectó y los sentimientos que arrastra desde entonces. Sin embargo, tal vez me hubiese gustado conocer un poco más a la Evie adulta, pues siento que al final fue todo un poco precipitado. De todas formas, supongo que estas ganas de saber más reflejan lo mucho que me gustó la historia, así que estaré pendiente de lo que vaya sacando Emma Cline.
En definitiva, Las chicas es un libro que he disfrutado bastante y que muestra muy bien cómo es el pensamiento de una chica adolescente y las dudas e inseguridades que surgen durante esa etapa vital, ya sea en 1969 o en pleno 2021. Creo que el libro destaca por la creación del personaje de Evie y por hacernos ver qué es lo que pudo llevar a estas chicas a formar parte de una secta y a cometer actos que desde fuera se ven incomprensibles. Si os interesa leer algo de corte más adulto y reflexivo, sin duda os recomiendo este libro.
PUNTUACIÓN
RITMO: 9 | ESCRITURA: 9 | PERSONAJES: 8
TOTAL: 8,7
CURIOSIDADES
- Las chicas es la primera novela de Emma Cline y la que la catapultó a la fama literaria.
- Con tan sólo 25 años, Emma Cline recibió un adelanto de dos millones de dólares de Random House por el manuscrito de este libro y otros dos más.
- Scott Rudin, productor de Hollywood, compró por aquel entonces los derechos para llevar a cabo su adaptación cinematográfica, incluso sin haberse publicado aún.
- En 2017, Chaz Reetz-Laiolo, ex-novio de Emma Cline, demandó a la escritora por presunto plagio de sus borradores, alegando que la propia editorial estaba al tanto y que Emma usó un programa espía para acceder a su correo electrónico. Emma Cline presentó una contrademanda, donde admitió que el supuesto plagio sólo se refería a unas frases y que tan sólo usó el programa espía para revelar una presunta infidelidad de su ex-pareja.
- En 2021, Emma Cline ha publicado Harvey, una novela corta basada en otro caso real, el de Harvey Weinstein, el productor de cine acusado de abuso sexual a diversas mujeres y por el que dio comienzo el movimiento #metoo.